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Solidaridad Internacionalista de Bigastro

Bono: comportamiento de un político postfranquista ante la libertad de expresión

Bono: comportamiento de un político postfranquista ante la libertad de expresión

Francisco Badarán (Para Kaos en la Red)14-06-2008

 

En un acto reciente de homenaje a los ex-presos y represaliados políticos de la dictadura franquista, celebrado en el Congreso de los Diputados, el Presidente de esta cámara, José Bono, se ha tomado la libertad de recriminar a alguno de los “homenajeados” por mostrar una bandera republicana. En su intervención, Bono se ha quitado la careta espetando a los allí presentes lindezas tales como “Ustedes son invitados del Congreso y de la legalidad, que es la que marca la Constitución; por tanto, no puedo aceptar manifestaciones que no son legales en este momento”, o “la legalidad es el único imperio, ni la comodidad ni los sentimientos”. Asimismo, este político posfranquista ha apostillado que se puede hablar “más alto pero no más claro”. Como era de esperar, varios de estos luchadores por la libertad han respondido al discurso de Bono dando vivas a la República.

No tengo el honor de poder hablar en nombre de los represaliados por el franquismo, pero como ciudadano creo que puedo afirmar que estos señores lucharon por la libertad, la igualdad y la solidaridad, valores representados por el régimen republicano y no por el franquismo ni el posfranquismo. Estoy seguro de que los represaliados por el franquismo no lucharon por un régimen monárquico, que consagró como rey a un militar elegido por Franco. Tampoco lucharon por un régimen que financia a la Iglesia y deja en sus manos la educación de la población. Ni por un régimen que basa su poder en la alienación de las personas mediante la televisión y los demás medios de comunicación de masas, y que, cuando esto no es suficiente, utiliza la tortura y la cárcel como medio para escarmentar y amedrentar a los discrepantes. Ni por un régimen neoliberal, basado en la ley del más fuerte, capaz de generar grandes desigualdades y de crear altos niveles de pobreza. Ni por un régimen en el que la justicia es una quimera y que, controlada por el Gobierno de turno, deja estar por encima de ella a los delincuentes de cuello blanco y es despiadada con los más débiles. Ni por un régimen en el que los derechos humanos son pisoteados con la mayor naturalidad para acallar a los oponentes, impidiendo la libertad de expresión, de asociación y de manifestación. Ni por un régimen basado en la corrupción de gentes sin escrúpulos, muchos de los cuales son políticos que se autoproclaman paladines de la democracia. Ni por un sistema que mantiene secuelas del Antiguo Régimen, bien representadas por los grandes de España, duques, condes y otras raleas, que mantienen viva la lacra del latifundismo en nuestro país.

Evidentemente, el enarbolar la bandera republicana y dar vivas a la república demuestra que, al menos, muchos de los presentes lucharon por algo muy diferente del posfranquismo actualmente existente. Y la intervención de Bono muestra claramente su concepto de la democracia y la libertad de expresión. Si, tal como ha puesto de manifiesto este político posfranquista, la interpretación de la Constitución permite considerar que enarbolar una bandera republicana no es un acto legal, lo único que podemos decir es que esta constitución es una basura indigna de llevar tal nombre y que el Estado Español se encuentra a años luz de una auténtica democracia.

Realmente, no era necesario que Bono se hubiera quitado la careta en este acto, pues ya conocemos su verdadera cara, y la de su partido, el PSOE, cuya única ideología es obtener el poder y conservarlo; y para ello vale todo: la intolerancia, la tortura, la defensa del fuerte y la destrucción del débil, etc., etc. Evidentemente, este acto de homenaje en el Congreso de los Diputados, más de treinta años después del comienzo del posfranquismo, no ha sido sino un lavado de cara para ocultar la verdadera ideología del poder vigente. Y la mejor prueba de ello ha sido la bochornosa actuación de Bono. Ensalza hipócritamente la defensa de la libertad a la vez que trata de impedir el ejercicio de ésta recriminando un acto genuino de libertad de expresión

“Señor” Bono, “señor” Zapatero, “señores” del PSOE: MÁS DEMOCRACIA.

¡Viva la República!

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